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Pirámide calendario

Más de mil años antes de que naciera Hiparlo, tanto los egipcios como los mayas consiguieron calcular el valor de pi, la relación entre la circunferencia de círculo y su diámetro.

La altura de la gran pirámide, 146,347 metros, multiplicada por 2 pi da un cifra exactamente igual que su base (919,058 metros). Por increíble que parezca el perímetro de la pirámide es tan solo seis metros inferior al diámetro de la Tierra, cuando las dimensiones de nuestro planeta se reducen a una escala de 1 : 43.200, números que representan nuestro código matemático de la precesión. Utilizando la misma relación, el radio de la Tierra en los polos es igual a la altura de la pirámide. Resulta ser que la Gran Pirámide es un marcador geodésico situado casi exactamente sobre el paralelo 30. Si sus medidas se proyectaran sobre una superficie plana (su vértice representado en el Polo Norte y su perímetro el Ecuador) sus dimensiones equivaldrían al Hemisferio Norte, de nuevo a una escala de 1 : 43.200.

Sabemos que en el equinoccio el Sol tarda 4320 años en completar un cambio precesional de dos constelaciones en el Zodiaco, o sesenta grados. Si multiplicamos dicho número por 10, obtendremos 43200 el número de días anotado en el calendario maya de Recuento Largo, que equivale a seis katuns, uno de los valores numéricos que empleaban los antiguos mayas para calcular la precesión. Un ciclo de precesión equivale a veinticinco mil ochocientos años. Si se suman todos los años de los cinco ciclos de Popol Vuh, ese periodo de tiempo equivale exactamente a un ciclo precesional.

Imagen de Pirámide calendario
Imagen de equinoccio maya